Voy a seguir vistiendo la misma camisa
que cubrió ayer mi cuerpo.
Por que el pantalón ya lo tengo gastado
y solo me queda de él el recuerdo
por las mil batallas en las que he luchado.
Los zapatos se han roto
de tanto caminar sin rumbo ni sentido
por las estrechas calles desiertas
que me trajeron a este destino.
Pero aún conservo la tela que cubre mi corazón
envolviendo en ella los sentimientos de tu amor...
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