Te fuiste con las golondrinas
dejando un abrazo en el aire
para que yo lo recibiera
en el crepúsculo de la tarde.
La fuerza de ese abrazo
no tendrá medida
ni fuerza que lo compare
cuando mi cuerpo lo reciba.
Disfrutarlo hubiera sido
la más tierna de las experiencias
por que en el tú pondrías
el corazón y el alma
de una despedida...
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