Una estela de luz llegó
a la sombra ocre a tus aguas
y tú, tranquilo en tu remanso
dejas pasar las horas silenciosas,
callado, amigo de mis recuerdos,
tu rumor fue testigo
de los años de mi infancia
cuando descalzo sobre tu ribera
soñé, corazón en la distancia,
que algún día escucharía
el ruido de tu arrogancia.
Dejé mis poemas,
dejé mi casa y volé lejos
donde tu rumor aún me alcanza
llegando desde la memoria
en aquellos versos de labranza.
Río donde bañé mis suspiros
donde sentí la vida
hasta las lágrimas, río...
te llevo en mis recuerdos
donde quiera que vaya...
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