No fue casualidad, tenía que suceder
nos encontramos,tal vez
cuando menos lo esperábamos.
Yo no pensaba enamorarme, tú
ni siquiera me habías mirado
pero todo fue surgiendo
en el momento más inesperado.
Una sonrisa, un atardecer,
una mirada donde los dos
tuvimos desvelo hasta el amanecer.
Se dio aquella tarde
cuando tomamos un café,
nos miramos a los ojos
y un beso de tus labios robé.
Llegaste a mi vida
como yo llegué a la tuya,
sin quererlo, sin saber
y nos hicimos imprescindibles:
yo tu hombre, tú mi mujer...
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