No me molestó como me hablaba,
me molestó su falta de memoria,
saber que no recordaba
cómo ella cambió mi historia.
No me voy a arrodillar ante ella
ni a humillarme una vez más a sus pies,
voy a seguir mi vida en su olvido
donde nunca debí existir, mujer.
Borrar con la frente alta el pasado,
dejar que vuelvan a volar las golondrinas,
volver a sufrir lo que siempre se me ha negado
y no mirar hacia atrás en cada esquina.
La efemérides del amor no tiene cerrojos
que puedan guardarlo en el baúl de los recuerdos.
La vida sigue para vivir soñando
por que existe un paraíso más allá del cielo enamorado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario