Nunca imaginé
que pudiera haber
tanta maldad en el mundo
para poderla regalar.
Nunca imaginé
que los seres más cariñosos
pudieran herir
como las espinas del rosal.
Nunca imaginé
hasta donde alcanza
la maldad humana
cuando se tiene para callar.
Nunca me imaginé
que el daño doliera tanto
salpicando en la canción
para cubrirse con el mismo manto
Nunca me imaginé
que los ángeles tuvieran espada
para cortar el amor
que antes regalaban.
¡Qué triste! No me pega así con los otros poemas... ¿es antiguo, no?
ResponderEliminarEstá muy bien escrito, pero produce tristeza. Los ángeles que yo imagino no tienen espadas... y el amor no se corta, se esfuma, se pierde, se disuelve... y un día se produce el vacío donde antes hubo ilusión... pero de eso se trata, de tener un hueco para un nuevo amor...