Quedaron rotos a mis pies
yo no los sentía,
caminaba sobre un mar de cristales
cuando supe que no eras mía.
Miré mi imagen
mil veces repetida
sobre el suelo de una tarde
cuando mi corazón se detenía.
Más no sentía dolor, no sentía
la sangre brotar en mis heridas,
sabía que se me escapaba el alma
por donde yo no quería.
No miré hacia atrás
por que ni tu sombra veía,
solo un verso quedó en mis labios
mientras de amor me moría.
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