No quiero hacer de mi verso un mar de tristeza, quiero
dejar mi sonrisa y mi corazón en cada una de sus letras.
Quiero sembrar en tierra fértil lo que en mi alma nace
para que quien los lea sienta cada semilla que crezca,
sienta que se propaga sobre su cuerpo el verso silente
que amanece como nuestro.Verso de amor callado,
arma de lucha en el desierto, vida que a nadie interesa.
No quiero hacer de mi verso un drama, ni una lágrima
entre los batientes de tus ojos cuando los veas,
quiero dejar una gota de rocío sobre la piedra,
un caracol libando como una abeja, los néctares sombríos
sobre la hierba oscura que adornan tu pradera.
No quiero hacer de mi verso una quimera, ni una burbuja
que explota con el susurro del aire, una espiga,
un manantial de agua cristalina y musgos color de ojos
que llevan en su mirada una sonrisa en una tarde cualquiera...
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