Es un instinto natural
que nació en mi y lo cultivo
solo tengo que mirarte
para saber lo que sientes conmigo.
Solo tengo que poner mis ojos
en los tuyos sin castigo
para que te rindas en mis brazos
donde abrigo tu cuerpo mendigo.
Mis manos te reconocen,
mis labios tienen el azúcar de tu cuerpo,
donde deje las caricias de mis dedos
hago vibrar de pasión tus sueños.
Entro en ti con delicadeza,
salgo en toda la dimensión,
y vuelvo a buscar el fuego
en las profundidades de tu calor.
Cuando escucho tus gemidos
se acelera mi corazón,
dentro de ti dejo los latidos
de un volcán en erupción...
No hay comentarios:
Publicar un comentario