Sigues siendo la mujer que un día conocí,
que amé con mis cinco sentidos,
que amo como aquella tarde
donde un beso dejó mi corazón sin latidos.
Eres la mujer que da alas a mi vida
que sabe de mis defectos y virtudes,
de mis sueños, que soportar mi genio
y que se alegra cuando mi alma suspira.
Esa mujer que me añora en soledad,
que alimenta mis ilusiones día a día,
que llora cuando tengo penas
y es feliz con mis alegrías...
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