No necesito el beneplácito de nadie
ni voy por la vida corrigiendo a los demás,
soy aquél loco que un día encontraste en la calle
que nunca supo del color de la felicidad.
No voy mirando cada paso que des en el camino
ni deseo que tengas coartada tu libertad,
soy dueño de mi libre albedrío
y lo que quede de mi vida lo quiero vivir en paz.
No necesito versos que me hagan llorar,
ni un lugar en un corazón sin más,
yo necesito que me amen las estrellas
aunque tengan un pensamiento fugaz.
No voy pidiendo una limosna con nostalgia,
ni soy un mediocre por rezar,
tengo mi conciencia tranquila,
y se que nunca te voy a olvidar...
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