La vida es corta
y el amor es un pasajero de ella.
Puede subirse a otro tren,
en otra estación
y con otro destino...
No soy quién para pedir,
doy ejemplo con mi libertad,
menos para exigir
ni aún estando en posesión de la verdad.
Sabes que te necesito,
nadie más que tú llena mi vida,
lo sabes y está escrito
que mi ilusión es compartida.
Esperaré con los brazos abiertos
a que llegue el momento esperado.
Razones hay, momentos ciertos,
donde el amor prima sobre todo.
Ternura sin medidas, calor en el desierto
de dos cuerpos que se aman a su modo
sin esperar nada a cambio...
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