Llegabas como un torbellino,
yo esperaba en la puerta,
arrasando todo con el fuego contenido
donde los pasiones se despiertan.
Te tomé en mis brazos
sintiendo tu deseo en mi boca
cuando si mediar palabras
buscaste mis besos.
La profundidad de la saliva
floreció inundando mi paladar
y envolvió mis sentidos
en amor sin degustar.
Te llevé a la cama
arrancando tu ropa
que no se resistía
con una sonrisa de tu boca.
Entrelacé tu cuerpo
con los perfiles del mío
sintiendo la quemadura
en cada poro que temblaba de frío.
Envueltos en la locura
desahogando los instintos
fuimos cabalgando hasta los albores
donde nos quedamos dormidos.
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