Nace mi estrella en un nuevo destino,
amanece la vida sonriente,
sale el sol sobre los cerros de oriente
para alumbrar los pasos en mi camino.
Nace la yedra, serpentea sobre mi muro,
echa raíces desde la tierra que la alimenta
y proyecta su vida sobre la palabra que alienta
el futuro que hay escrito libre y seguro.
Florece el almendro en el frio invierno
presentando batallas con el dolor de los hielos
y son sus flores bendecidas por el cielo
por su comportamiento sincero y tierno.
Vuela el pájaro libre por donde quiero
hasta donde se cierra el mañana
lleva de la mano la voz que engalana
y un recuerdo de amor sincero.
Corre el amor por mis venas
latiendo mi corazón de su alimento.
Llegará mi día, mi hora, mi momento
y aquí estaré esperando, sin dolor ni penas.
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