Qué tiene esa parte de tu anatomía
que cada día me tiene más loco.
Es cierto y no es poco,
algo que tanto me gustaría.
Donde la espalda pierde su nombre
se posan mis ojos sin poder evitarlo,
me gusta su redondez y tocarlos
por que siento que es cosa de hombres.
Me ciega de pasión cuando camina
quedando yo un paso más atrás,
para poder observar su caminar
apareciendo en cada esquina.
Versos escribo con la inspiración
más placentera que da el momento,
es verdad, por que es lo que siento
cuando llena mi vista su calzón.
Que nadie critique ni se ofenda
que la hermosura es digna de alabar
y seguro que se va a acabar
cuando me lleve una reprimenda.
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