Me habría bebido el silencio
de todas las copas de vino
hasta quedar ebrio de nostalgia
y de los recuerdos que vienen conmigo.
Pero no quiero emborracharme
de los momentos que mendigo,
llevar a mis labios una copa
será mi mayor castigo.
Quiero volar hasta vuestros brazos
y abrazaros donde he nacido,
fundir mi alegría en los besos
que en muchos sueños he compartido.
Aunque solo sean dos minutos
quiero reírme contigo
en las aceras de la calle
o en un rincón florido.
Y cuando despierte en la noche
ya no estaré con mis amigos.
Golondrina que vuelas por el cielo
llévate mis suspiros...
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