Como el árbol se afirma a la tierra
con sus tortuosas raíces
quiero adherirme a tu cuerpo
con sentimientos motrices.
Ahondar cada día en tu corazón
con demostraciones de amor impoluto
hasta que se termine la vida
y por mi te vistas de luto.
Quiero la mente siempre lucida
para saberte siempre conmigo
disfrutando de tu compañía
como la amapola de los trigos.
Y saberte siempre mía
por los años venideros
por que sabes que eres en mi vida
una estrella caída del cielo.
A ti quiero ceñirme cada noche
cuando me venza el dios del sueño
y dormir abrazado a tu armonía
sabiendo que soy tu dueño...
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