Se ha helado mi alegría
cuando corrí a escuchar tu voz
por que un mensajero me dijo
que ha enmudecido tu canción.
No volveré a escuchar tu eco,
las palabras ya no están en tu garganta,
solo ha quedado en mi mente
el recuerdo que se siente y canta.
Entre las ondas de la noche
quiero suplicarle a Dios
para que me deje abrazarte
y cantar a tu oído una canción.
Se ha teñido mi alegría
con una sombra de dolor,
lejano en la distancia
mi corazón llora de amor...
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