Una lagrima de felicidad
ha rodado por mi mejilla
cuando he sabido la noticia.
Tus flores ya te extrañan
en sus macetas impacientes
clamando al cielo de tu agua,
esa que para ellas es diferente.
Los geranios y clavellinas,
que tanto gustan a las vecinas,
gritan a los vientos
sus nuevas muy contentos.
Vuelve a casa mi viejita... !!!
Sale el sol con una nueva esperanza
sonriendo con alegría.
Mi corazón te extraña, madre mía...
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