Quiero recorrer tus valles con la mirada, acariciar
cada pétalo de tu flor, saborear tu estambre, amada...
Que mis manos se detengan en cada poro, tocar
la orilla orlada de los declives de tu cuerpo
inundando en placer todas las horas locas
que nos quedan por vivir hasta el amanecer.
Llenar tus entrañas de gemidos desconocidos, beber
donde tu agua fluye hasta mis latidos, morir
en cada silencio de amor desconocido
y escuchar llover donde nunca ha llovido.
Por eso te quiero mía... mía siempre, mujer
por que como yo te quiero nadie te puede querer...
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