El humo de un cigarro
se difumina en el aire hasta desaparecer.
Tiempo de esperanzas en sueños ajenos
donde quedan mudos los relojes del ayer
que fueron sembrados de ilusiones y rosas
para convertirse en arrugas en la piel.
Pasaba la vida en la cuerda floja
haciendo volutas sobre el viento
escribiendo sencillos versos
por que por ellos no pasa el tiempo.
Apago el cigarrillo en el cenicero
dejando un poema entre los luceros...
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