El ruido de la cancela te alertó de mi llegada
y acortaste el camino que nos separaba, caminando enamorada...
Tu sonrisa delataba tus sentimientos, tus ojos se tornaron
más claros y una luz se prendió en la mirada. Se iluminaron
de tanto amor como en ellos se reflejaba...
Tu boca me envolvió, mi corazón te extrañaba.
Saciamos la sed de ausencias abrazados junto al fuego
que nos hizo revivir el calor añorado en nuestros cuerpos.
Palabras cortas, suspiros y silencios; ansiados abrazos
que hacían que las preguntas se volvieran besos.
La luz de la luna observaba desde el cielo
cuando me tomaste de la mano para llevarme mar adentro...
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