Canta la lluvia caminando sola sobre las ásperas blondas
que emergen en las entrañas de la tierra, gastadas y redondas...
Llueve en esta tarde de otoño dejando en su caída la balada
que escucha en los recuerdos de una mujer enamorada.
Sensación que deja en los árboles el agua, colgando de las hojas
que con el susurro del aire se esconden en la tierra roja.
Se va marchando entre las hierbas de la vereda, sola ella,
llegando desde los aleros de mi casa. Entre las nubes una estrella
va indicando el camino a la canción triste y vieja
en esta tarde cansada, mi corazón se desmadeja.
Llueve sobre el tendido grisáceo de un ferrocarril distante
que lleva mis sueños hacia los brazos de mi amante...
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