A veces pienso si estamos los poetas
hechos para el amor, o para dar amor,
si somos una especie diferente
o tenemos un duende en nuestro corazón.
Poeta que ama, sueña y comparte,
poeta que sabe donde termina la razón,
poeta que sabe hasta donde llega su arte
y en él se refleja el mar de su dolor.
Amando como lo siente, corazón herido,
derramando sensibilidad en cada verso
sabiendo que algún día llegarán a tus manos
y volverás a suspirar por mis besos.
Amante, derrochador de placeres,
de alma transparente y sonrisa de seductor.
Poeta, amante, bohemio y soñador,
con un suspiro en el pecho desde que se enamoró...
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