Podían ser ciertas sus palabras de amor
pero nunca fueron creíbles ni sinceras,
buscaba mi ternura de alguna manera
para sentirse en paz en su dolor.
Necesitaba ser querida una vez más,
haciendo suspirar a quien no merecía,
engañando de frente noche y día
y sembrando mentiras, además.
La vida tenía sus respuestas para ella
devolviendo todas sus heridas por curar
- no le importaba el tiempo que pudiera durar
en el cielo, su tenue luz de estrella-.
Buscará otros labios que la hagan sentir
con el mismo girar de su noria candente,
para saciar su sed de mujer diferente
que, por amor y olvido, le toca sufrir.
Paraíso imaginario que nace en su boca
donde no se limita su fuente de deseo,
sueños más allá de la media noche. Creo
que la vida te ha castigado y te provoca.
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