De niño coleccionaba canicas,
saltamontes, piedras brillantes y flores,
hojas secas, sueños irrealizables,
estrellas en la noche y arco iris de colores.
Coleccionaba lluvias desde la ventana de mi casa,
paisajes otoñales, palabras que no se escuchan,
risas en los charcos de la calle
y una canción eterna en la radio de mi padre.
Coleccionaba amigos a la salida del colegio cada tarde
para hacer travesuras sin que supiera nadie,
recuerdos que han dejado secuelas en mi vida
y detalles que nunca supo mi madre.
Coleccionaba años para llegar a quien hoy soy,
sufriendo ausencias y abandonos - duro aprendizaje-
con la esencia de aquél niño que un día se enamoró
y colecciona amores hasta el fin de su viaje...
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