Nunca pude imaginar
que las flores que besabas
eran las que adornaban
los colores de mi cara.
Nunca pude imaginar
que las aguas que bebías
eran las mismas
que mi sed saciaba.
Nunca pude imaginar
que la luna que admirabas
era la luz que custodiaba
mis sueños de noches pasadas.
Nunca pude imaginar
que el aire que respiras
tenga la esencia anhelada
de los átomos que mi boca exhalaba.
Nunca pude imaginar
que por un beso robado
mi vida cambiara
para estar siempre a tu lado...
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