Nos cruzamos en algún lugar,
me miró, la miré,
una sonrisa, un por qué
y continuamos la vida sin pensar.
Una luz se encendió en tu mirada,
un rayo de sol iluminó la mía,
pero nuestros cerebros estaban
llenos de la luz del día.
Con rumbos diferentes
sin preocupaciones aparentes
dejando libre la imaginación
sumergidos entre las gentes.
Dos extraños que va despistados
pensando en cosas concebidas,
llevan la actitud sonriente adherida
y una mirada cómplice y enamorada.
Por eso no confundas su parecer
que su corazón puede estar ocupado
caminando hacia las estrellas
bajo el cielo de tonos azulados.
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