Tú sabes a quién estás mirando,
esa sonrisa no me dice nada,
se lo que estás pensando
por que soy el reflejo de tu cara.
Me miras, te miras, creyendo
que puedes engañarme
sin saber que soy el principio de la conciencia
que adivina hasta el brillo de tus ojos.
Sabes muy bien que no miento
y que a mi no puedes evitarme
sería distinto si al mirarme
sintieras deseos de abrazarme.
No es fácil conversar contigo
por que siempre has desafiado al destino.
Cuando escribes tu corazón late en suspiros
que nadie sabe ni escucha.
Bebes hasta embriagarte
llenando tu copa de versos lacerantes.
Amas y cuando amas
entregas lo mejor de ti,
tu vida, tus sueños, tus principios
y tu corazón se multiplica por mil.
Pero existo yo que nunca te abandono
para decirte a la cara lo que pienso
si no estás contento con mis palabras
déjalas que se las lleve el viento...
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