Se va diluyendo como un azucarillo
en los fondos de una taza de negro café
sin que nadie pueda remediarlo.
Sin que haya un motivo,
se va perdiendo la fe.
Tal vez el tiempo tenga algo que decir,
no se ha pronunciado,
calla y otorga,
ni siquiera dicta sentencia
por que sus años no le permiten mentir.
No llegará a Octubre
ni siquiera verá la luna llena
por que el ritmo que lleva la vida
solo anuncia un alma en pena...
Amanecerá en otros brazos
sedienta de amor sin olvido
poniendo paños
en la sangre de su corazón herido.
Más no olvidará
por muchos años que viva
el amor de aquél verso
que en el fondo de su alma se ha perdido.
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