No quiero representaciones,
ni universos deseados
que no están a mi alcance.
Tampoco ser la máxima figura
y hoy de todo hago balance.
Frías espadas cayeron
en la ausencia sobre mi corazón,
cortando en tajos sus venas,
bañando en sangre mis entrañas
y muriendo en vida mi ilusión.
El olvido siempre llega
hasta donde rima la canción.
Soledades que el tiempo prima
lejos de toda oración
que queda en mis labios sin convicción.
Solo exijo un lugar en el papel,
donde reciba menos de lo que ofrezco,
siempre presente, siempre ausente,
cercano, lejano y solitario
como mis versos...
Un placer también saber de tu blog de poemas, un grato descubrimiento que te debo.
ResponderEliminarEl placer es mío. Bienvenida: Muchas gracias...
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