De nada sirve rasgarse las vestiduras,
lamentarse o maldecir,
hay un remedio que todo lo cura
y es la indiferencia como vara de medir.
Nada hace volver atrás la vida,
lo que ha pasado pasó sin más
no hay que darle otra salida,
tampoco el boca a boca de los demás.
No me importa si estás enojado,
maldita la falta que me hace saberlo,
tú sabes todo lo que te he dado
y ahora no quieras devolverlo.
Por que no me debes nada,
no te sientas endeudado,
la felicidad no es comprada
y te hará sentir desdichado.
Hace tiempo que se acabaron las súplicas,
cada uno es como es, dice la canción,
después no me vengas con réplicas
y centra tus palabras en la oración.
Una oración donde pidas tus perdones,
que te haga sentir mejor,
pues no habrá corazones
que te traten con amor.