Yo se que no soy yo
quien está escribiendo,
que mis impulsos me llegan
desde más allá de los pensamientos.
La sensibilidad se pierde,
como se pierden los afectos,
si una mano no la cultiva
o el riego diario del amor
la descuida por desidia.
No hacen falta palabras sin sentido,
ni halagos sin sentimientos,
a veces los silencios
surten mejores efectos
si se saben llevar con esmero.
Así que pido disculpas
si en algo a alguien ofendo
que nadie se de por aludido
con tanto desamor y sinsentido.
Por eso doy las gracias
a quien me haya leído
y compartió conmigo la causa,
los momentos difíciles
y se sintió mi amigo...
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