Quiero que seas libre, mariposa,
como el viento,
con tus alas desplegadas
siempre en movimiento.
Que vueles entre las flores
disfrutando todos sus néctares
sin nada que te coarte la felicidad
o te de sufrimientos.
Quisiera que tus colores
sean aquellos que quiero,
como antes de conocerme,
como volabas en tus recuerdos.
Así que abro mis manos
para que vuelvas a tu esencia
y en un soplo de aire
te pierdas en el firmamento.
Más sabrás que no te olvido
y que eres una hermosa realidad.
Mariposa de luz y de amor
ya no tienes dueño.