Hoy voy a escribir un lindo verso
para que las palomas vuelen hasta tu ventana,
llevando mis palabras y besos
a tu casa esta mañana.
Añoro tu presencia y tu espiga,
tu ausencia mi soledad abruma,
te busco entre mis cuatro paredes
donde el silencio se suma.
Mi almohada aún está caliente
de tu fuego y de tu cuerpo.
La espera se hace eterna
entre sonrojos y delicias.
Nada me hace sentir
como lo haces tú conmigo,
bebo en tu vaso el elixir
que me ofreces por castigo.
Llegará la noche y en ella
disfrutaré de tus caricias,
poniendo todo mi corazón
que es tu mayor cobijo.
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