Los abrazos no cuestan nada
y menos a quien los recibe.
Éste que aquí escribe los regala
para que te sientas emocionada.
Quiero demostrar que puedo olvidar
hasta los más duros reveses
por que el tiempo todo lo cura
y te deja en el sitio que mereces.
Si alguna vez fui culpable
de asuntos que se han olvidado,
también llevé pesadas cruces
de corazones despiadados.
Por eso hoy quiero estrechar
entre mis brazos a mucha gente
y hacerles llegar mi calor
sin distinciones aparentes.
Abrazos doy, abrazos recibo,
entre multitudes sin nombre
dejo mis huellas en el camino
y mi ternura de hombre.
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