No me llames cuando el silencio
cubra de negro mis sentidos,
que no puedo escuchar las palabras
que tu corazón me ha transmitido.
Háblame frente a frente sin más
que estaré leyendo tus silabas
para poderte confesar que en amor
todo tiene un punto de partida.
Mis pensamientos tienen una lógica,
no estoy distraído en otro tema,
nadie es lo suficiente digno,
además de ti, para merecer mi emblema.
Soy tuyo aunque no te vea
y tuyo seré hasta que tú quieras,
nada me absorbe, ni conduce mis ideas,
más allá de donde yo prefiera.
Por eso te digo que estoy tranquilo
observando como pasa el tiempo.
Te espero como todos los días
entre mis letras y mi silencio.
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