Las mariposas nacieron para ser libres,
esencia que forjaron en su crisálida,
libres al viento y a la vida
soñadoras de su realidad efímera.
Sus colores enamoran
a los locos y a los cuerdos,
quieren hacerla prisionera
sin medir el alcance de sus sueños.
Yo te quiero mariposa
con toda la libertad que naciste,
sin ataduras que pongan limites
ni cadenas a tus alas.
Y a mi lado podrás gozar
de mi ternura a tu capricho,
tendrás en mi corazón un altar
para regresar cuando quieras.
Nada te ata a mi lado
más allá del sentimiento que espera.
Eres libre y me darás libertad
para gozarnos entre las enredaderas.
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