Yo no aprendí a amar por imposición,
siempre fui un poeta enamorado,
por que nací con la pasión
de tener un corazón a mi lado.
Vivo la vida y el amor llega,
llama a mi puerta y se hospeda
entre mis rincones, se entrega,
y comparto con ella mi vida y mi vereda.
Nace la llama en mi hoguera
con fuego dulce y apasionado
que se aviva con la madera
que da tu cuerpo entregado.
Canto al amor desde mi pluma
sonetos que salen del alma.
Brilla el sol, se fue la bruma
y la mar, mi mar, vive en calma.
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