No he venido a la vida
para modelar el mundo,
lo asumo en esta guerra perdida
donde con mi amor fecundo
el sentimiento de las palabras
más allá de mis posibilidades.
El cielo me acompaña con sus guitarras
y sus notas suenan en ritmos celestiales.
Quiero regalar mi corazón
a alguien que lo necesite,
no me falta la razón,
cada latido así me lo permite.
Me despojaré de todas mis prendas,
no quiero irme de aquí vestido,
y las dejaré a modo de ofrendas
para que te vistas con ellas si eres el elegido.
Espero que te sirvan de abrigo,
que las disfrutes con alegría.
Y yo,donde esté, seré el amigo
que en el anonimato moriría.
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