El junco de tu figura
me exalta y enardece
cuando miro la hermosura
que en tu corazón florece.
Me siento tan orgulloso
de verte semidesnuda
que quisiera acariciar tu cuerpo sedoso
sin tener la menor duda.
Tu sonrisa me provoca,
tus ojos me vuelven loco
busco en tu imagen la boca
que llevas pintada de rojo.
No eres mía ni me perteneces,
solo te miro desde la ventana,
mi atención no te mereces
a la misma hora cada mañana.
Cubre tu cuerpo hermosa
que me sube la bilirrubina,
no sabes hacer otra cosa
y me buscarás una ruina.
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