Ocultabas tu mirada de la mía,
el rubor te cubría sin querer,
sentía como tu corazón latía
en tu pecho de mujer.
Tomé tu barbilla entre mis dedos
sin resistencia por tu parte,
superados todos los miedos
acerqué mis labios para besarte.
Tu boca no opuso resistencia,
lo deseabas tanto como yo, besé
con ternura e insolencia
y con la pasión que se.
Te conocí un día y en tus ojos miré,
en ellos vi reflejado tu corazón
del cual me enamoré
sin saber la razón.
Hoy no se vivir sin tu espiga,
me falta el aire sin tu presencia,
eres mi amor, la mejor amiga,
la que me quiere con transparencia.
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