Esperando a que una llamada
encienda mi alegría
cuando suene el teléfono
en esta tarde de verano.
Me llega tu mensaje
donde me dices que me quieres,
indicando la hora de la cita
y un café donde siempre.
El corazón se acelera,
sin poder evitarlo, al ritmo
que mis pasos
salen a tu encuentro.
Te busco en cualquier parada de bus,
entre la gente indiferente.
No te veo, tu me divisas, y agitas
tu mano con una sonrisa.
Me abrazas, te refugio en mi cuerpo,
miro tus ojos, nos besamos
y juntos nos perdemos
en un mundo que soñamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario