Sobre la alambrada de tu frontera,
donde los sueños huelen a ausencia,
grito tu nombre y el dolor lo silencia
cuando llega a su fin mi larga espera.
Amaneceres en soledad donde el cielo
se ha teñido de un azul diferente.
Noches vacías, calor silente,
con tu imagen como consuelo.
Es larga la ansiedad que provoca
el vacío de tu mirada,
tu sonrisa alegre, pintada
sobre la linea roja de tu boca.
Vuelan los pájaros a tu encuentro,
llevando en sus alas mis poesías,
quieren mostrarte que todos los días
te pienso y eres mi epicentro.
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